Estás en el canto de las aves
En el perfume de las flores
En las montañas y en los valles
En la mirada de los amores.
Estás en el sonido melodioso que me fascina
Y en las nubes que tranquilas se mecen
Estás en la luz de una estrella que me ilumina
Los nimbos de la corona que te embellecen.
Estas en mi llanto y en mi risa.
En la fuerza del viento,
en la energía de la tormenta
Estás en la suave caricia de la brisa y
en el silencio del murmullo que te ausenta.
Estas en el manto blanco de un río
Y en la tranquila oscuridad de las noches
Estás en el hermoso sol que calienta el frío
Y en las lagrimas que lloran tus dulces caricias.
Estas en los rayos del atardecer, en
las flores vivas y en las que ya no tienen vida
En el rojo vivo de cada amanecer
Y en cada renacer que nos trae una nueva salida .
Estás en las lágrimas que brotan de una primavera
Como las del llanto que se ahoga por tu ausencia
Estás en cada mirada de la extensa esfera y en
la que me imagino cuando siento tu presencia.